Para los
que critican a los atletas olímpicos de nuestro país les dejo:
“¡Que
inútiles no lograron meterse en las finales! ¡Qué vergüenza solo van a mejorar
tiempos y a pasear tomándose fotos!”, esas son las voces del odio y la mediocridad
que critican a nuestros atletas olímpicos, yo tengo mi criterio.
No
podemos exigir a nuestros atletas resultados de medalla porque no se tienen los
medios necesarios, no se ha invertido en infraestructura y existe una inversión
mínima comparada con otros países como Guatemala (los cito a ellos porque
estamos a años luz de las potencias).
Acá
no se cree en el atleta, el que entrena para ser futbolista es el orgullo de la
familia pero el que lo hace para ser ciclista, atleta o taekwondista es un vagabundo,
porque en nuestra sociedad esos deportes “no te sacan de pobre”, entonces desde
la misma familia comienzan a poner las piedras en el camino y frenar el ímpetu
del que quiere realizar un deporte diferente.
Para
todo aquel que llama inútil a los nuestros yo le pregunto ¿Cuántas veces
en los últimos cuatro años usted madrugó para entrenarse sin importar el frio o
la lluvia? ¿A cuántas fiestas dejó de ir para no perder horas sueño? ¿Cuántos
combos de comida rápida rechazó para no romper con su sana alimentación? Si
usted lo hizo cuando mucho dos veces se sale del promedio, nuestros atletas
olímpicos lo hicieron a diario en busca de un sueño que se vio capitalizado
tras largar jornadas de sacrificio, tras invertir su salario en preparación
(porque los patrocinadores aparecen solo para el que ya logró el objetivo) y
luchar cada día contra el reloj que erosiona sueños y derrumba esperanzas,
ellos no se rindieron y por eso merecen respeto.
Es
muy fácil sentarse a criticar tras un teclado, cuando uno ni siquiera madrugó
para ver en vivo como los nuestros competían –para que igual no van a ganar-
manifestaban los que creen que el nacionalismo se expresa compartiendo una foto
en Facebook o haciendo mención a un atleta en twitter.
Si
usted nunca ha tenido que organizar una rifa para comprarse un par de tennis o
vender empanadas para lograr conseguir el boleto de avión a una competencia no
tiene derecho a crucificar a los que en los 4 años previos a este magno evento
se mataban día con día por una marca a la que solo aspiran los MEJORES porque
ser campeón olímpico no es colgarse una medalla, ser campeón olímpico es
una filosofía de vida que se forma con sacrifico y voluntad.
A
nuestros atletas gracias por elegir el camino de la superación personal y
soportar ser el escudo de nuestra basura diaria, de nuestras insatisfacciones
sociales políticas y culturales, gracias por no solo cargar con sus sueños sino
con la crítica de aquel que no sabe que es levantarse a las 4: 00 am para
ponerse unos tennis y salir a correr y se conforma con criticar tras una
pantalla de TV o una computadora mientras jugaban en google a ser un atleta
olímpico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario